viernes, 10 de agosto de 2007

Patria Vieja



(1810 – 1823)

Hola amigos y amigas, en este documento leerán un aspecto general sobre los inicios de la emancipacíon chilena. Estos nos ayudarán a contextualizar el momento cultural y político que vivían los criollos en ese entonces. Lee y contesta algunas preguntas que se encuentran al final del texto.


Antipatía entre criollos y españoles


Desde los inicios el siglo XIX (1800) y hasta mediados de 1808 en Chile nadie pensaba en cambiar el régimen político colonial imperante. Hasta esa fecha el reconocimiento a la autoridad del rey Fernando VII nunca estuvo en discusión.
Cuando se señalan las causas de la emancipación de los pueblos hispanoamericanos en general, siempre se dice que “las colonias son como frutas: caen cuando están maduras”. Lo anterior manifiesta abiertamente los deseos de independencia.

El origen de la emancipación es de carácter simple y profundo de entender. La estructura del proceso que la gestó es un fenómeno que venía actuando desde antes: el resquemor entre criollos y peninsulares, motivada por la diferenciación de los temperamentos y de los caracteres.

La población que se desprende del núcleo central, aunque permanezca unido por el cordón umbilical, tiende a diferenciarse y a tomar forma propia. El vínculo que lo continúa uniendo no es suficiente para contrarrestar las nuevas influencias que surgen como resultado de la separación.

Este proceso fue muy violento en las colonias hispanoamericanas. Las variantes regionales de la población española eran muy acentuadas: entre vascos y andaluces y entre castellanos y catalanes había más distancia que entre franceses y flamencos y que entre suizos y alemanes. América, en tanto, poseía la sangre indígena, aunque en corta proporción, circulaba por la casi totalidad de los criollos de la alta clase social, al despuntar el siglo XIX.

La influencia directa del clima y del suelo de América, especialmente en las regiones tropicales, a la larga tenía que modificar el temple y el carácter del español, aun no mediando el mestizaje. La flora, el aislamiento y los cambios trascendentales en todas las condiciones de la vida y del desarrollo social actuaron casi con tanta eficacia como los factores étnicos.

El odio entre españoles y criollos surgió con extraña fuerza desde inicios del siglo XVIII. Sin duda, como ocurre en todos los procesos históricos, su gestación venia de antiguo, pero sólo hacia esta fecha el temperamento y el carácter criollo tomaron la fuerza necesaria para producir el choque y sus alborotadoras manifestaciones exteriores.

Hacia el segundo tercio del siglo XVIII la antipatía había adquirido una intensidad que hoy resulta incomprensible ante el hecho de que españoles y criollos se unían fuertemente en los sentimientos de fidelidad y respeto al rey, pero se detestaban entre sí.

Al español le molesta la flojera, y la inconstancia del criollo y especialmente del oriundo de los medios tropicales. Lo siente un bastardo de su raza, un sinvergüenza e incapaz de algo concreto.

Por su parte, el criollo odia al peninsular por la tardanza intelectual, tacañería y principalmente extranjeros ordinarios e intrusos que acaparan la fortuna, los empleos y las más ricas herederas.

El español manifiesta su desprecio, y el criollo oculta su odio por orgullo. Al criollo le irrita todo lo que viene del español: su economía, sus maneras, su inhabilidad de jinete, su falta de destreza en las modalidades de la vida criolla y hasta su receptividad para las tercianas, la puna y demás males americanos. De esa antipatía entre criollos y españoles surge el sentimiento de la revolución.

Al iniciar el siglo XIX, bastaba que un suceso circunstancial ocurriera para que surgiera el deseo de autonomía. Pero no sólo fue un suceso. Sin desearlos sus habitantes y sin percatarse de ellos, varios acontecimientos y situaciones ocurrieron y se encadenaron para que brotara nítidamente el germen independentista.

El descontento contra la administración colonial

Ya comienzos de 1808 los chilenos más ilustrados venían señalando su descontento y expresaban muchas y cimentadas quejas contra la metrópoli española. Los temas que motivaban ese descontento, aparte de la antipatía entre los criollos y los españoles peninsulares, pueden resumirse en los siguientes:

De partida las ideas de la Ilustración, expresadas por los filósofos franceses: sus críticas de las instituciones sociales, políticas y religiosas contemporáneas, eran conocidas por los americanos, aunque no aceptadas sin previa discriminación. Pero este fermento intelectual no era un asunto que dividiera a los criollos de los españoles, ni era un ingrediente esencial de la independencia. A los lectores americanos a menudo les movía sólo la curiosidad intelectual; querían saber lo que pasaba en el mundo entero y daban la bienvenida a las ideas contemporáneas como instrumentos de reforma, no de destrucción.

La Ilustración destacó más a la luz de la Revolución Francesa y de la independencia de los Estados Unidos. De estos dos movimientos, el modelo francés fue el que menos atrajo a los hispanoamericanos. La destrucción de la monarquía y toda la violencia consiguiente no formaron una nueva imagen.

La influencia de los Estados Unidos fue benéfica y más duradera. En los años antes y después de 1810 la propia existencia de los Estados Unidos excitó la imaginación de los americanos, su libertad y republicanismo colocó un poderoso ejemplo ante sus ojos.

Por último, la expulsión de los jesuitas, que debilitó la influencia espiritual de la corona ejercida en ámbitos tan importantes como el educacional y el moral.

América hacia 1810

Conocida la situación de España en América, la reacción fue la de adoptar una posición contraria a los franceses, pero al mismo tiempo de crear juntas regionales de gobierno que, imitando a las juntas provinciales formadas en la península, ejercieran el gobierno en las distintas regiones americanas en nombre de Fernando VII.

Los fundamentos jurídicos fueron los mismos empleados en España, pero ajustados a la realidad americana: en principio cuando el rey faltase o estuviese cautivo, señalaba la tradición, la soberanía retornaba al pueblo (principio de la soberanía popular avalado por la Ley Castellana de las Siete Partidas). Los criollos estimaron de acuerdo a este principio, los cabildos, como representantes de la comunidad, podían convocar a asambleas representativas para la designación de juntas que ejerciesen el gobierno autónomo, asumiendo la plena soberanía, con autoridades propias e independientes de las organizadas en España. Estas juntas americanas debían gobernar como entidades autónomas en nombre de Fernando VII, defiendo sus legítimos derechos mientras durase el cautiverio.

El período inicial que marca el proceso de independencia (podríamos decir 1810-1812) no es netamente político, en el sentido que los criollos no accedieron al gobierno para conseguir la independencia sino para optar por las reformas administrativas y económicas adecuadas para mejorar sus beneficios. Sólo más tarde, cuando los españoles desconocieron esas reformas (de 1812 en adelante) se inició abiertamente el camino a la independencia.

Por lo tanto, los movimientos juntistas hacia 1810 tienen el carácter de reformistas, autonomistas y fidelistas. Su origen social es netamente aristocrático.

RESPONDE:

1.¿QUÉ RÉGIMEN POLÍTICO TENÍA CHILE EN EL SIGLO XIX?¿QUIÉN ERA LA AUTORIDAD EN ESE MOMENTO?
2.¿CÓMO ESTABA FORMADA CULTURALMENTE NUESTRA AMÉRICA, ESPECIALMENTE CHILE DURANTE ESTE SIGLO?
3.¿CÓMO NACE EL SENTIMIENTO DE REVOLUCIÓN EN LOS CRIOLLOS DE NUESTRO PAÍS?
4.¿CUÁLES ERAN LOS MOTIVOS QUE MANTENÍAN DESCONTENTOS A LOS CRIOLLOS DE NUESTRO PAÍS EN EL SIGLO XIX?
5.¿QUÉ CARACTERÍSTICAS POLÍTICAS Y CULTURALES TIENE EL PROCESO INICIAL DE EMANCIPACIÓN EN NUESTRO PAÍS?
6.¿EN QUÉ CONSISTÍA EL MOVIMIENTO JUNTISTA?¿QUE BUSCABA?





Ya hemos recorrido algunos pasajes históricos acerca de cómo en América comenzó a generarse la idea de la emancipación. Pero en nuestro país, ¿qué aconteció en ese entonces? El primer período emancipador en nuestro país se le conoce como Patria Vieja que se extendió entre los años 1810 a 1814.

Este período representa la primera etapa de la lucha por la Independencia nacional, que se gestó gracias a la acción de la aristocracia criolla y castellano – vasca, la cual por su poder económico y cultural, ejercía una importante influencia en el pueblo.

Al fallecer el gobernador Luis Muñoz Guzmán, y de acuerdo a una disposición adoptada por Carlos IV, le correspondía asumir el mando militar de más alta graduación. Sin embargo, la Real Audiencia no hizo caso de esta normativa y nombró a su regente Juan Rodríguez Ballesteros como nuevo gobernador. En Concepción, el abogado Juan Martínez de Rozas indujo al brigadier Antonio García Carrasco (a cargo de la inspección de los fuertes de la frontera) a que se hiciese valer sus derechos como oficial de más alta graduación, para ocupar el cargo según lo dispuesto oficialmente Carlos IV. Desde ese momento la Real Audiencia tuvo que aceptar el nombramiento y García Carrasco se trasladó a Santiago junto a su secretario Martínez de Rozas.

Al poco tiempo, la aristocracia empezó a mirar con malos ojos a García Carrasco, a quien se le acusaba de no poseer aptitudes para administrar y de rebajar la dignidad de su cargo relacionándose sin ningún tipo de etiqueta con la gente humilde. A todo lo anterior, se sumaron hechos donde García Carrasco se vio involucrado, como el asesinato de los tripulantes de la fragata inglesa “Scorpion” y el apresamiento de tres destacados criollos. José Antonio de Rojas, Juan Antonio Ovalle y Bernardo Vera y Pintado.

Con el fin de aquietar los ánimos, la Real Audiencia solicitó la renuncia al gobernador García Carrasco, designando en su lugar a Mateo de Toro Zambrano y Ureta, decisión que dejó conforme tanto realistas como patriotas. Este personaje queridas amigas tenía 83 años y gracias a una gran fortuna, producto de sus actividades comerciales y agrícolas, pudo adquirir el título de Conde de la Conquista. Pero su avanzada edad, falta de carácter y desconocimientos de los negocios públicos, fueron las razones por las cuales los dos bandos en que estaba dividida la aristocracia colonial querían manejarlo a su antojo. Por estas razones, dos de sus partidarios, Gregorio Argomedo y Gaspar Marín, lo asesoraron para convocar un cabildo abierto donde el pueblo decidiera su futuro.

Actividades (responde en tu cuaderno):

1. ¿Cómo se llama el primer período de la emancipación nacional y cuanto duró?

2. ¿Gracias a quienes se gestó la idea de la emancipación contra la monarquía?

3. ¿Cuál era la disposición dada por Carlos IV con respecto al sucesor de un gobernador?

4. ¿Cuál fue la posición de la Real Audiencia con respecto a la normativa del monarca?

5. ¿Quién sucedió a Luis Muñoz de Guzmán en la gobernación?

6. ¿Cuál fue el descontento que tuvo la aristocracia criolla con García Carrasco?

7. ¿Cuál fue el plan de la Real Audiencia que sostuvo para remediar los ánimos de la aristocracia criolla? ¿Tuvo resultado positivo esta nueva decisión de la Real Audiencia? ¿Por qué?

8. ¿Por qué nace la idea de realizar un cabildo abierto en este período?

Ya hemos definido algunos aspectos referentes a este período de la independencia de nuestra nación, pero no olvides algo sumamente importante ocurrido en este proceso, especialmente en estos años donde la aristocracia criolla se hace respetar frente a la Real Audiencia. Sí, lo importante de esta etapa es la creación de la Primera Junta de Gobierno el día 18 de Septiembre de 1810.

Luego de muchos discursos donde se hizo ver la necesidad de contar con un organismo colegiado de gobierno como medida para defender los intereses del pueblo y continuar siendo fieles a Fernando VII, (recuerda que aceptaron y decidieron formar una junta, pero respetando al monarca que había sido preso por Napoleón Bonaparte), la mayoría de los asistentes convocados a la Junta del 18 de septiembre, comenzaron a gritar la frase “Junta queremos”. De esta manera, y casi por una unanimidad, se designó a Mateo de Toro Zambrano y Ureta, como presidente; al Obispo José Martínez de Aldunate como vicepresidente; Fernando Márquez de la Plata, Juan Martínez de Rozas, Ignacio de la Carrera, Juan Enrique Rosales y Francisco Javier Reina como vocales, y a Gaspar Marín y Gregorio Argomedo como secretarios.

Esta Junta creó nuevos cuerpos militares, convocó a elecciones de un congreso nacional, estableció la libertad de comercio y el contacto con la Junta de Buenos Aires.

Bajo la presidencia de Juan Martínez de Rozas, se llamó a elecciones para formar un Congreso Nacional constituido por 42 diputados. Sin embargo, el 1 de abril, día en que debían efectuarse las elecciones, el teniente coronel español Tomás de Figueroa sublevó un cuerpo del ejercito exigiendo la disolución de la Junta. El motín no tuvo éxito y Figueroa huyó a refugiarse al convento de Santo Domingo, desde donde fue sacado, sometido a juicio y condenado a muerte.

Primer Congreso Nacional (1811)

El fracaso del motín de Figueroa significó la derrota de los realistas. La Junta nacional de Gobierno fortaleció su poder hasta el 4 de Julio de 1811, en que cesó sus funciones para dar paso al Primer Congreso Nacional. Este organismo estaba constituido por personajes de gran figuración social y fue presidido por Juan Antonio Ovalle.

Los diputados que conformaron el Congreso juraron obedecer al rey Fernando VII y proteger la religión católica. Se agruparon en tres fracciones: Los Moderados, liderados por José Miguel Infante. Los exaltados, liderados por Bernardo O’Higgins y Manuel de Salas (ellos anhelaban precipitar la Independencia. Los realistas, que solo conocían el consejo de Regencia de Cádiz, oponiéndose a cualquier medida.

El antagonismo entre estos bandos produjo la desesperación de José Miguel Carrera ocasionando un golpe militar un 4 de septiembre del mismo año. El objetivo de este golpe militar fue cambiar la composición del Congreso. De esta manera, los exaltados quedaron en mayoría y designaron una nueva Junta de Gobierno, que dentro de sus creaciones consta el Supremo Tribunal Judiciario, ordenó levantar cementerios alrededor de las ciudades; creó la provincia de Coquimbo, oficializó las relaciones con la Junta de Buenos Aires y otorgó la Libertad de Vientre (que declaraba la libertad de los esclavos nacidos en Chile y prohibía el ingreso de nuevos esclavos).

Actividades (responde en tu cuaderno):

  1. ¿Cuándo se creo la Primera Junta Nacional de Gobierno?
  2. ¿Quiénes formaban esta Junta y qué cargos ocupaban?
  3. ¿Cuáles fueron las obras gestionadas por esta Junta Nacional?
  4. ¿Bajo qué presidente de la Junta se llamó a elecciones para constituir un Congreso Nacional?
  5. ¿En qué año se constituyó el Congreso Nacional? ¿Cuántos diputados lo formaron?
  6. ¿En qué consistió el motín de Figueroa?
  7. ¿Quién presidía el Congreso Nacional?
  8. ¿En qué consistió básicamente el juramento de los diputados del Congreso?
  9. ¿Cuáles eran las fracciones que dividía las opiniones del Congreso y quiénes lideraban estos grupos?
  10. ¿Cuál fue la posición de José Miguel Carrera frente al Congreso? ¿Qué consecuencias trajo las opiniones de José M. Carrera?
  11. ¿En qué consiste la Libertad de Vientre?

Gobierno de José Miguel Carrera (1812 – 1813)

Es muy importante querida amiga que no te pierdas de ningún suceso ocurrido en este período para que lo puedas entender, no olvides tus apuntes de investigación personal que te ayudarán mucho.

El gobierno de Carrera se caracterizó por sus audaces reformas, cuya finalidad era preparar el camino de la Independencia. El ideario de los exaltados fue difundido por la Aurora de Chile, periódico dirigido por el Fray Camilo Henríquez, quien utilizaba el seudónimo de Quirino Lemachez.

Durante el gobierno de José Miguel Carrera se cumplió el anhelo de los criollos de tener una Constitución, al dictarse el Reglamento Constitucional de 1812, que dejaba el poder Ejecutivo en una junta de tres miembros, y el Legislativo en un Senado de siete integrantes.

Además te puedo decir algunas otras obras realizadas en este gobierno tales como:

Decreto que obligó a los conventos a crear escuelas primarias para niños y niñas.

Creación de la primera bandera nacional (tenía tres franjas horizontales de color azul, blanco y amarillo).

Da libertad de imprenta, que luego se cambió por la censura previa.

A pesar de que el Reglamento Constitucional de 1812 respetaba la soberanía del rey Fernando VII, se estipuló que el monarca debía acatar dicha Constitución y que “ningún decreto, providencia u orden de cualquier autoridad o tribunales fuera del territorio de Chile tendría efecto alguno”

La reacción española

Estando al poder Fernando VII tras la liberación española, el monarca no aceptó las reformas liberales impuestas en su país, derogó la Constitución de Cádiz y gobernó con el más completo absolutismo. De este modo dispuso tropas y recursos que fueron enviados a los jefes españoles en América para la lucha contra los criollos.

En enero de 1813, el Virrey del Perú ordenó al brigadier Antonio Pareja poner orden en el reino de Chile, colocándolo al mando de un ejército de cuatro mil hombres reclutados en Chiloé y Valdivia.

Las fuerzas de Carrera y los realistas se enfrentaron en batallas de Yerbas Buenas y San Carlos, aunque sin resultados definitivos. Pareja se encerró en Chillán, donde falleció al poco tiempo después, sucediéndole en el mando Juan Francisco Sánchez, quien en octubre atacó por sorpresa a los patriotas acampados en el Roble, junto al río Itata. La confusión del bando patriota hacia presentir su completa derrota, pero O’Higgins consiguió reorganizar las tropas y rechazar el ataque, luego del cual la Junta reemplazó a Carrera por O’Higgins en la comandancia del ejercito patriota.

Carrera asume nuevamente el poder

La prolongada guerra coloca a Chile en una difícil situación económica. En este contexto llega a nuestro país el comodoro ingles James Hillary con instrucciones del Virrey del Perú para mediar el conflicto.

Francisco de la Lastra instruyó a O’Higgins para que llegara a un acuerdo con Gainza, resultado de lo cual se firmó el Tratado de Lircay, donde se reconocía la soberanía de Fernando VII, la mantención de las autoridades criollas en Chile y el retiro del bando realista del territorio nacional. Sin embargo ninguno de los enemigos tenía intenciones de cumplir con lo acordado, sino recuperarse para continuar la lucha.

El tratado de Lircay incluyó un artículo secreto según el cual José Miguel y Luis Carrera serían entregados al gobierno. Luego de ser liberados, los Carreras se dirigieron a Santiago donde apoyados por los exaltados, encabezaron un nuevo golpe militar. Esta acción tenía como objetivo derrocar a Francisco de la Lastra y designar una nueva Junta de Gobierno dirigida por Carrera. La consecuencia de esta maniobra fue el enfrentamiento entre carreristas y o’higginistas en el combate Las Acequias, el 26 de Agosto, en el cual Luis Carrera derrotó a las fuerzas o’higginistas. O’Higgins al enterarse de que el Virrey del Perú había enviado fuerzas comandadas por Mariano Osorio, se puso bajo las órdenes de Carrera a objeto de detener el avance realista.

Sitio de Rancagua, el fin de la Patria Vieja

Como verás querida amiga nuestro país siempre estuvo buscando la forma de ordenarse y dirigirse, solo debían unir fuerzas para lograr objetivos comunes.

Osorio venía dirigiendo un ejército de cinco mil hombres, entre los cuales figuraba el famoso batallón Talavera. Al amanecer del 1 de octubre, Osorio atacó al ejército patriota, cuyo contingente era de mil setecientos hombres, iniciándose una lucha desesperada. O’Higgins lidió una fuerte lucha a pesar de la enorme diferencia entre ambos bandos, esperando que Carrera acudiera con nuevos refuerzos. Pero al ver Carrera que sus tropas eran escasas y faltas de instrucción, se retiró. O’Higgins mantuvo la batalla y cuando la defensa era insostenible, con solo trescientos hombres reunió soldados y arremetió contra los realistas, salvándose él y sus hombres que le acompañaron de una muerte inminente. No obstante, la derrota de Rancagua significó el aniquilamiento de los patriotas, quienes debieron iniciar el camino del exilio hacia Mendoza.

Actividades (responde en tu cuaderno):

  1. ¿En qué gobierno se dictó el Reglamento Constitucional de 1812?¿En qué consistió?
  2. Nombra algunas obras de Carrera entre los años 1812 y 1813.
  3. ¿Cuál fue la posición de Fernando VII frente a los cambios realizados en América tras su ausencia?
  4. Explica cómo los españoles reaccionan frente a la emancipación criolla en el año 1813.
  5. Busca información acerca de las batallas de Yerbas Buenas, San Carlos y El Roble.
  6. Explica cómo y por qué O’Higgins reemplaza a Carrera en la comandancia del ejercito patriota.
  7. ¿En qué consistió el Tratado de Lircay?¿Se cumplió el tratado?¿Por qué?
  8. Explica las causas y consecuencias del combate Las Acequias.
  9. ¿Cuál era el objetivo que traía Mariano Osorio?
  10. Explica como termina este período de la Patria Vieja en nuestro país.


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